jueves, 30 de agosto de 2012

Árbol sabio



Me gustan las tormentas de verano que refrescan el ambiente y desatan los aromas de los árboles que han ido madurando durante el estío. Entre los de la alquimia mediterránea, destaca el algarrobo, el árbol sabio de los cuentos infantiles, sólido y perenne, siempre dispuesto fielmente a darte cobijo bajo sus fuertes ramas nudosas y a mitigar dolores con su abrazo. Comida de pobres en la posguerra, que con sus frutos maduros ya en el suelo, lanza aromas dulzones que se apoderan de todo lo que le rodea. Compite con la higuera, el olivo y los pinos, resultando claro ganador. El olor a tierra mojada, es el recuerdo de pasadas infancias que permanecen atesoradas en nuestro interior como si el tiempo no pasase y siempre fueran la  misma. 

2 comentarios:

  1. A mí también es una de las cosas que más me gustan de las lluvias de verano:ese olor a tierra, a árboles...y como llueve tan poquito es como un plato exquisito, hay que saborearlo y que dure...

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  2. Muy cierto, la naturaleza tatua en nuestros recuerdos olores que "archivamos" y que nos transportan a tiempos pasados.

    Hermoso tu viaje a través de la naturaleza.

    Un abrazo.

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