miércoles, 22 de mayo de 2013

Sueño reparador


Se estremeció. No era consciente de que la madrugada entraba por la ventana abierta, y se arrebujó sola entre las sábanas de hilo con puntillas que su madre le había bordado. Se las llevó hasta la nariz. Le encantaba su tacto y su aroma, fresco y suave. La devolvía a las orillas de ese mar del que tan poco podía disfrutar. La espuma le curaba las heridas invisibles. Se sentía sirena y náufraga, pirata y aventurera capaz de cualquier hazaña. Sus sueños se poblaban de lances y grandes barcos de vela, mientras la ingravidez se adueñaba sin permiso de su cuerpo y las olas la acunaban. Todo era de color azul turquesa. Se iniciaba el verano.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Hogar, dulce hogar



El día en que la caravana decidió no arrancar más, se quedaron en aquel lugar para siempre. Habían llevado una vida nómada cruzando estados y pueblos de costa a costa, sin parar jamás. Vivían de la guitarra de él y de la voz de ella, conciertos para animar los locales a cambio de comida y unos pocos dólares. Pareja en la vida artística y en la realidad. Espíritus libres que habían recorrido más kilómetros de los que sus huesos podían recordar. Los ideales de la  generación beat habían  sido los suyos. Ahora, en la recta final, definitivamente merecían un descanso y con el sedentarismo -pensaban- se iniciaba el tránsito hacia una nueva vida.