domingo, 16 de octubre de 2011

Un diluvio pasado por letras



Cuarenta días con sus noches duró la tormenta, el diluvio universal, como lo llamaría posteriormente la historia sagrada.

Noé, aburrido de tanta lluvia, sacó las tablas. Quería distraerse.

-Menuda transgresión a las leyes naturales -exclamó dejándolas de lado.

Y se dispuso a leer una novela.




Tormenta

Mi amor por la lectura se ha convertido en una auténtica obsesión -según mi madre-. “Completamente enajenado” dice que estoy.
Anoche me encontró en el jardín, luchando contra la tormenta, al grito de “Con diez cañones…”
Me transformo, me desubico y me siento protagonista de los libros que vivo. 

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