Foto de Lucas Esteban
Aromas de albaricoques, tardes de melocotón, colores de membrillo. Puesta de sol tras la ventana y voy cociendo poco a poco la mermelada. A fuego lento, lentísimo, a la manera tradicional, se va extendiendo el aroma por toda la casa. Año tras año, toda una vida.
Escribo y doy vueltas, escribo y doy
vueltas.
Con mucha delicadeza y cuidado, para
que no se pegue al fondo de la cacerola. Pruebo y añado azúcar. La magia de la
cocción se instala en la cocina. Como las palabras se colocan en nuestros
labios. A solas y sin pedir permiso. Ambiente del atardecer de los largos días
del verano que ya se anuncia. Imágenes de caravanas cruzando desiertos,
dorados, como los albaricoques, como las arenas, como los últimos rayos de este
sol que ya se oculta.
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