Guatemala es un país lleno de color, el verde se impone sobre los huipiles de flores de los
trajes de las mujeres mayas y sobre el intenso azul del cielo. Sueño con los
atardeceres rojos reflejándose en el
lago Atitlán, las montañas de milpa, los volcanes y la selva de Tikal. El ajetreo de sus mercados con olor a resina, las máscaras de animales fantásticos,
los santitos de cartón piedra de sus iglesias, y sobre todo, sueño con sus
gentes. Gentes que te lo dan todo, cuando no tienen nada.
Sueño en volar a bordo
de ese avión con un cargamento de ilusión y esperanza en un mundo mejor para
los habitantes del país más hermoso que conozco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario