Madera, una única fuente de luz, y sombra. Kumi Yamashita.
A veces la vida fluye tan rápido que
te desordena y te acostumbras a vivir en ese caos que constituye tu casa, tu
trabajo y tu vida. Por
eso cuando entras en algún lugar donde nada asoma fuera de su sitio, sientes
envidia ajena, ¡qué suerte! –te lamentas–. Pero tal vez no sepas que ese orden y limpieza se ha pagado, lo ha hecho otro, o que significa aburrimiento
vital, o manías; porque en realidad tú no pierdes ni un minuto de tu tiempo en
ordenar lo que te rodea, ya que por mucho que lo intentes, estás convencida de
que los objetos deciden por sí mismos. La existencia se ha de vivir y no perderla
en tenerla bien colocada para ojos propios o ajenos. Así que, amiga, si la vida te despeina, no lo lamentes
y ¡disfrútala! Estás viva.
Muy de acuerdo con el consejo. Gracias. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Qué bien sienta vivir despeinada!!Feliz verano.Besos.
ResponderEliminarGracias por compartirlo, pensaba que era la única...
ResponderEliminarUaaahh, mensaje que define mi existencia, me ha encantado. Enhorabuena.
ResponderEliminarA veces esa especie de perfección en el orden, da sensación de vacío, esas casas con "todo es su sitio" son tan asépticas que casi son tristes, sus cosas "no hablan": los cojines en su sitio, las sillas, los adornos parecen muertos, nadie los ha gozado cambiándolos de lugar o manchándolos un poquito..., en cuanto a lo de despeinada..., me gusta esa figura que utilizas para definir la situación, a mí la vida, me ha despeinado también en sentido literal, jajaja.
Bueno... qué suerte que hay alguien que piensa como yo.
ResponderEliminarNo me gustan las casas perfectas, parecen sin vida.
Existe un libro que se llama "La vida te despeina".
Un beso
Me quedo por acá.
lujanfraix.blogspot.com
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