Permanecía todo el tiempo que podía en la brillante claridad de la luz solar, e iba cambiando de lugar para no perderla. No le gustaban las horas de tinieblas en las que resignada, se veía obligada a permanecer. La sombra la arrastraba como el filo de un cuchillo enamorado cada atardecer y al alba la devolvía de nuevo a la vida. Ese era el pacto.
lunes, 2 de julio de 2012
Atrapada
Permanecía todo el tiempo que podía en la brillante claridad de la luz solar, e iba cambiando de lugar para no perderla. No le gustaban las horas de tinieblas en las que resignada, se veía obligada a permanecer. La sombra la arrastraba como el filo de un cuchillo enamorado cada atardecer y al alba la devolvía de nuevo a la vida. Ese era el pacto.
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Estoy deseando estar de vacaciones para leer todos los relatos y escribirte.Ahora ando muy liada aún...Éste es brillante.Besos,amiga,los que te queremos somos velitas encendidas en esas horas oscuras.
ResponderEliminarComo la vida misma Malén... creo que el destino nos trata así muchs veces al ser humano. Un beso
ResponderEliminarPrecioso micro, Malén. Muy bien elegidas las palabras para dejar claro el mensaje del relato.
ResponderEliminar¡Precioso! Breve y sin embargo cargado de intenciones. Me ha encantado la frase "la sombra la arrastraba como el filo de un cuchillo..."
ResponderEliminarAbrazos.