domingo, 18 de marzo de 2012

LIBRE



Maite era delgada, alta y angulosa como un esbozo de silueta de un solo trazo. Pero no le gustaba vivir en su cuerpo y eso que le permitía realizar hazañas extraordinarias como encogerse, aguantando la respiración, y pasar por los resquicios de puertas y ventanas cerradas, sin apenas despeinarse. Añoraba las redondeces de las demás mujeres, quería ser un círculo perfecto. Sus amigas envidiaban su figura y sus extrañas cualidades, aunque ella las aborrecía.
Un día decidieron que experimentara lo que se sentía siendo una esfera, para ver si así ya desechaba su idea. Le ataron el tobillo a una cuerda muy, muy larga y la hincharon y la hincharon con helio hasta que se convirtió en un globo de colorines. Maite se alzó sobre todas y pudieron descubrir en su cara una plácida sonrisa de felicidad, se soltó del amarre que la retenía prisionera al mundo conocido y se abandonó libre a un vuelo suave, mecido por el viento entre las nubes. No pensaba regresar jamás. 

2 comentarios:

  1. Qué ingenioso y bonito Malén, no se espera un desenlace así. Sorprendente. Un abrazo.

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  2. Sí, muy bello y un poco inquietante. Más abrazos

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