Para Pere e Inma con todo mi cariño
Había una vez una pequeña partícula solar inquieta, rebelde y aventurera,
que desoyendo los consejos de su extensa familia, partió a conocer el ancho
mundo. La galaxia es inmensa -pensaba ella. País Vasco, Zaragoza y Madrid ya los
tenía demasiado vistos, así que decidió probar fortuna en Londres. Pero allí
llegó a aburrirse mucho porque apenas tenía trabajo y ella necesitaba acción y
movimiento. Un día llegó a la isla de Mallorca y le encantó el lugar ya
que podía resplandecer cada jornada.
Conoció a un impresionante astro aborigen que la deslumbró con su presencia. La
química produjo su reacción: estallidos de colores en sus miradas y remolinos
de burbujas celestes en sus roces.
Comprendió inmediatamente que había encontrado su destino y se quedó a vivir en un
trocito de paraíso llamado Sóller. Fruto de aquella gran explosión de energía y
amor nació una estrella que les alumbró su camino. Desde entonces han pasado veinticinco años y la luz que ilumina sus vidas se ha expandido generosamente hacia todos los que les rodean, como un auténtico
torbellino de cariño, risas e ilusiones.
Sentimos no haber podido estar con vosotros, pero tu descripción es precisa, certera y preciosa. ¿La has leído a la afortunada pareja? Ya me contarás qué tal fue todo. L.
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