Día de otoño frente al mar, lluvia, playa de San Juan, larga, desierta a estas horas matineras y hoy, gris. Paseo solitaria bajo el paraguas y pienso que esta es mi orilla, la de mi infancia, que aquí está mi lugar, aunque también en la otra más plácida donde habito. Entre ambas el mismo mar, cuya fuerza resuena con un ruido estremecedor y ancestral. Recuerdos de cuando nada era así y mi padre plantaba la sombrilla en la arena el diecinueve de marzo hasta nueva orden. Los niños buscábamos regaliz de palo entre los matorrales. Aún no había llegado la colonización urbanística. Con nuestros bañadores de gomitas y burbujas, que el mar se encargaba de desgastar, nosotras; y ellos con sus meybas grandes y piernas de palos, éramos piratas y exploradores, pocas veces princesas. Al llegar el verano y el calor, recogíamos nuestros pertrechos y abandonábamos nuestro mar. Recalábamos en la Aitana en busca de días más frescos a la sombra de las montañas. Noches de tertulias vecinales con las sillas a las puertas de las casas, para los mayores. Nosotros, vivíamos en un sin parar: bajábamos al pantano a recoger ranas y juncos para flechas, trepábamos a los árboles, baños en balsas y moratones en las rodillas, paseos en burro y meriendas entre pinares y fuentes. A lo lejos, desde las cimas, lo veíamos siempre azul y sabíamos que nos aguardaba.
Entrañables recuerdos, Maga. Un abrazo.
ResponderEliminarQué envidia siento de quienes tenéis el privilegio de tener cerca el mar.
ResponderEliminarPlasmas tus recuerdos de un modo muy intenso, a través de tus palabras se nota que fue una etapa feliz en tu vida, bueno, para casi todo el mundo la infancia lo ha sido, máxime cuando tenemos tendencia "a filtrar" los recuerdos y quedarnos con los buenos (por suerte).
Enhorabuena por este micro.
Fuerte abrazo.
ME PONE LOS PELOS DE PUNTA AL LEER ESOS RECUERDOS JUNTO AL MAR DE TUS AÑOS MOZOS, SI,,,, PUEDO IMAGINARTE COMO UN CHICO MAS QUERIENDO Y PERSIGUIENDO A LAS
ResponderEliminarRANAS, PARA LUEGO HACERLES LA DISECCION ,Y LIBRE, LIBRE ,TU MELANCOLICO RELATO,ES BELLO Y TRISTE A LA VEZ ESAS MAÑANAS PLAYERAS JUNTO A TU PADRE,TE RECUERDA QUE ESTAMOS AHORA EN ESTE MUNDO EN PRIMERA LINEA ,SOLO NOS QUEDA SU RECUERDO QUE POR OTRA PARTE ES MUCHO O NO,,,,,,,
entrañables recuerdos de sol, mar y juegos en familia y con amigos, siempre atenta atus añoranzas que son un poco las mias.
ResponderEliminarme gusta nucho este relato.
Me encanta la habilidad que tienes para, con las palabras, transladarme al relato. Según leía era una niña más jugando en la playa con mi pala y mi cubo, mirando como otros niños jugaban a piratas... una delicia! Eva checa
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